veterinario valladolid



En este apartado se incluyen guías por especie animal que recogen indicaciones para el empleo responsable de los fármacos veterinarios usados para prevenir, supervisar o tratar las enfermedades de los animales.

Los principios recogidos en estas guías se basan en las recomendaciones acordadas por todos y cada uno de los agentes del campo de la sanidad animal (asociaciones veterinarias, asociaciones de productores, industria de sanidad animal y la administración eficiente).

Estas guías están dirigidas al profesional veterinario por su papel crítico en la salud de los animales, tanto en lo relativo al diseño de los programas sanitarios de las explotaciones, como el diagnóstico de la enfermedad y la conveniente prescripción del tratamiento, haciendo un uso responsable de los medicamentos veterinarios.

Al respecto, las guías tienen un abordaje amplísimo que cubre cuestiones ligadas con el medicamento veterinario y su normativa; elementos previos en materia de empleo responsable como las medidas precautorias y de bioseguridad, directrices en materia de diagnóstico o bien de prescripción veterinaria; el diseño, monitorización y evaluación del tratamiento; el género de medicamento veterinario empleado; el almacenamiento y conservación de medicamentos; las buenas prácticas de administración o bien recomendaciones sobre el registro de tratamientos y la supresión de envases y restos de medicamentos.

Estas guías pretenden ser un factor de consulta a la que puedan recurrir los profesionales veterinarios, y particularmente aquellos más jóvenes, a efectos de que el uso de fármacos veterinarios en su práctica cotidiana se haga de una manera responsable. Para esto, su contenido ha intentado guardar un equilibrio entre la cantidad de información suministrada y un formato que resulte atractivo y de simple consulta. De esta forma, más que facilitar toda la información disponible pretende ser un instrumento que deje al veterinario considerar todos aquellos aspectos precisos para realizar un uso responsable de fármacos.

La Asociación Americana de Hospitales de Animales (AAHA) ha publicado su primera guía enfocada a perros de trabajo, asistencia y terapia. La guía contiene una serie de pautas para el cuidado de este género de perros.

“Esta categoría de pacientes caninos incluye una amplia pluralidad de animales, algunos con funciones bien definidas y otros que brindan un papel de apoyo más generalizado. Muchos se someten a un adiestramiento exigente y se les imponen rigurosas demandas físicas. Estos factores hacen que los perros de trabajo, asistencia y terapia sean intrínsecamente valiosos y precisen un alto nivel de atención veterinaria primaria”, aseguran desde la AAHA.

Entre las pautas se incluyen recomendaciones para el cuidado de perros entrenados para protección, detección de olores, funciones de servicio para personas con discapacidades diagnosticadas o bien limitaciones físicas, apoyo sensible e intervención terapéutica.

Desde la AAHA destacan que, dado a que los perros de trabajo tienen una relación particularmente cercana con sus guías, es precisa una relación de confianza entre el equipo veterinario y el responsable del perro de trabajo. “Las pautas para perros de trabajo de la AAHA van a ayudar a los veterinarios a generar esa confianza”, señalan.

En este sentido, la presidente del grupo de trabajo encargado de realizar las pautas, Cynthia Otto, ha destacado la importante relación que existe entre este género de perros y las personas a las que están ligadas.

De este modo, Otto, maestra especializada en perros de trabajo y medicina deportiva en la Facultad de Medicina veterinaria de la Universidad de Pensilvania y directiva del Centro de perros de trabajo Penn Vet, asevera que el vínculo entre los perros de trabajo y sus cuidadores es extremadamente fuerte, y los veterinarios han de estar en sintonía a ese vínculo, y respetarlo.

“Las personas vinculadas al cánido pueden notar cambios sutiles que afectan a su trabajo y reflejan una condición médica subyacente que, de otro modo, no se reconocería fácilmente”, apunta la experta, quien incide en la importancia de “involucrar al guía del animal en el tratamiento en mayor medida de lo que lo estaría el titular de un animal de compañía”.

Siendo conscientes del fuerte vínculo que se produce entre el perro de terapia y las personas que interactúan y conviven con él, desde la compañía de salud animal Elanco han apostado por respaldar las terapias asistidas con animales y la salud de los mismos a través de su programa Dejemos Huella.

Y es que, desde la compañía se muestran mentalizados con las ventajas del vínculo humano-animal para personas con contrariedades. Por ello, Elanco promueve los cuidados y la higiene de los animales que intervienen en las terapias, a fin de que puedan proseguir desempeñando su esencial tarea en la sociedad.

TRATAMIENTO VETERINARIO DE PERROS DE TRABAJO
Por su parte, la miembro del grupo de trabajo Debra Zoran, profesora de clínica de pequeños animales en la Universidad de Texas y directora asociada del Equipo de Emergencias Veterinarias de la escuela, asevera que tratar perros de trabajo es claramente diferente a tratar perros de compañía; algo que abordan las nuevas pautas de la AAHA.

“Muchos veterinarios no tienen suficiente experiencia trabajando con este género de perros para comprender cómo de diferentes son de los perros de compañía”, dijo Zoran. “Para elaborar la guía se han reunido veterinarios especializados en diferentes aspectos del planeta de los perros de trabajo para realizar un manuscrito que va a ayudar a progresar el desconocimiento sobre ellos”.

Además, Zoran remarca que “los perros de trabajo prosiguen siendo perros, médica y quirúrgicamente, mas, desde la perspectiva del comportamiento, son singularmente convenientes para efectuar trabajos de altísimo agobio y alta demanda”.

Y es que, conforme la especialista, los trabajos que efectúan estos perros “a menudo requieren un nivel alto de condición física, tiempo de adiestramiento y una genial nutrición”. Del mismo modo que Otto, Zoran destaca la relevancia de respetar el vínculo guía/perro.

“Todos los dueños de mascotas desarrollan vínculos con sus compañeros, algunos de ellos excepcionalmente estrechos, pero las horas de entrenamiento y la conexión diaria —con sus cuidadores— hacen que esta relación veterinario/cliente/paciente sea completamente diferente en el caso de los perros de trabajo”.

Para finalizar, el miembro del conjunto de trabajo, Zenithson Ng, maestro asociado de clínica de pequeños animales en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Tennessee, asegura que las pautas “ayudarán a los veterinarios a pensar en cosas en las que quizás no hayan pensado ya antes al tratar perros de trabajo con habilidades especiales”.

“Las pautas brindan información sobre el día tras día en la vida de estos perros a fin de que un veterinario pueda hacer recomendaciones que disminuyan los riesgos para la salud y aumenten su rendimiento”, explica Zenithson . “Por ejemplo, ¿cuántas personas saben que el metronidazol (Flagyl) puede disminuir la precisión de un cánido en la detección de olores?”, concluye el especialista.

La guía establece, además, los conocimientos imprescindibles que el estudiantado debe adquirir mientras efectúa las
prácticas, bien en la Capacitad de Veterinaria, bien en una empresa o centro público. Y es que, conforme marca el plan de
estudios de esta licenciatura –fechado en abril de 2003–, los
estudiantes tienen que efectuar un total de 16 créditos, denominado Estancias. Se trata de un periodo de capacitación práctica que ya aparece marcado por la Directiva Europea de la
titulación, y que asimismo se refleja en el Libro Blanco sobre el
Título de Grado en Veterinaria (Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación, ANECA). Las estancias no son otra cosa
que un periodo de capacitación veterinaria valladolid en prácticas, que el alumnado
tiene que efectuar de forma rotatoria en centros de salud veterinarios
universitarios, en granjas, como en empresas, mataderos
y organismos públicos o bien privados relacionados con el campo,
entre otros.

Al lado de esos conocimientos que los estudiantes deben lograr a lo largo de la realización de su periodo de prácticas preprofesionales, la guía asimismo incluye una serie de recomendaciones y consejos prácticos para ellos.

Como final, el manual elaborado por la Facultad de Veterinaria
recoge la oferta de las estancias acordes a un criterio profesional. Por eso, la guía incluye también los conjuntos o perfiles
que los estudiantes pueden escoger para desarrollar esta etapa de capacitación práctica: centros de salud y clínicas veterinarias,
ámbito ganadero (équidos, rumiantes, porcino y aves), control
oficial sanitario de los comestibles, como mataderos y distritos
sanitarios, e industrias alimenticias. Otros de los perfiles entre los que el alumnado de la Facultad de Veterinaria puede
escoger para encaminar su trayectoria profesional a través de sus
estancias y que aparecen recogidos en el manual son las oficinas comarcales agrarias, los núcleos zoológicos, reservas
de caza, centros de experimentación animal, como laboratorios de sanidad y producción animal.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha completado la guía para la industria (GFI) # doscientos sesenta y tres en la que se describe el proceso a fin de que los patrocinadores de medicamentos animales cambien de forma voluntaria las condiciones de comercialización aprobadas de determinados fármacos antimicrobianos de relevancia médica, pasando de la venta libre a la venta bajo prescripción veterinaria. Una vez realizado este cambio, estos esenciales medicamentos solo se podrán usar en animales bajo la supervisión de un veterinario.

La GFI # doscientos sesenta y tres es una extensión de la implementación de la GFI # doscientos trece, en la que los patrocinadores de medicamentos animales trabajaron conjuntamente con la FDA para mudar de forma voluntaria los antimicrobianos de relevancia médica de venta libre utilizados en piensos o agua de animales destinados a consumo a la Directiva veterinaria sobre piensos (VFD, por sus siglas en inglés) o bien la venta bajo prescripción veterinaria, suprimiendo el empleo de estos productos con fines productivos (por poner un ejemplo, promoción del desarrollo). Con la implementación de la GFI # 213, más o menos el 96 por ciento de los antimicrobianos de relevancia médica utilizados en animales se encuentran bajo supervisión veterinaria.

El 4 por cien restante de antimicrobianos de relevancia médica que se comercializan de forma libre para animales destinados a consumo y de compañía incluyen otras formas de dosificación, como inyectables y tópicos. Una vez que se hayan implementado por completo las recomendaciones de la GFI # doscientos sesenta y tres, todas y cada una de las formas de dosificación de antimicrobianos de relevancia médica aprobadas para su uso en animales solo podrán administrarse bajo supervisión veterinaria, y solo cuando sea necesario para el tratamiento, control o bien prevención de enfermedades concretas. Si bien los dueños de animales todavía tendrían acceso a antimicrobianos de importancia médica para abordar los problemas de salud animal, tendrían que preguntar a su veterinario para conseguir una receta.

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